Identidad de genero
La identidad de género —del inglés gender identity— alude a la percepción subjetiva que un
individuo tiene sobre sí mismo en cuanto a sentirse hombre o mujer; éste, puede considerarse como el sexo
psicológico o psíquico y se constituye en uno de los tres
elementos de la identidad
sexual junto a
la orientación sexual y el rol de
género Sus articuladores son los «cánones vigentes
de masculinidad y feminidad», y «se relaciona con el esquema ideoafectivo
de pertenencia a un sexo», por lo que sería la expresión individual
del género.
Toda sociedad tiene un conjunto
de esquemas de género, vale decir, una serie de «normas o estereotipos
culturales relacionados con el género» que sirven de base para la formación de una identidad
social en
relación a otros miembros de tal sociedad, y que en consecuencia, dan origen a
la identidad de género.
Papeles de genero
La identidad de género e
identidad sexual se diferencian en que la primera es más general e incluye
aspectos no estrictamente biológicos como sucede con la mera identidad sexual.
La identidad de género por tanto añade una dimensión psicológica de
identificación que puede ser independiente de los caracteres fenotípicos que
todos los humanos poseen por condicionantes biológicos, estos pueden ser
independientes del ámbito psicosocial, a pesar de que en la mayor parte de seres
humanos existe correlación entre ambos.
La identidad de género es la
conciencia que se adquiere de la igualdad, la unidad y la persistencia de la
individualidad como varón o mujer, y en nada tiene que ver la ambivalencia como
mal afirmaba John Money (1955). Los roles de género se «aprenden», es decir se
desarrollan mentalmente, desde la más temprana niñez. La observación de otras
personas de diferentes identidades sexos, como los padres y familiares, sirven
de modelo para desarrollar una autoidentificación, que además se puede ver
influida por factores biológicos y genéticos. Los niños aprenden rápidamente a
asociar determinados colores, juguetes, objetos, actividades y vestimentas con
identidades psicosociales. Sin embargo, existen estructuras cerebrales que
influen en la diferenciación sexual de hombres y mujeres. El hipotálamo que influye en la temperatura corporal, la presión sanguínea, las sensaciones de hambre y
sueño también tiene un papel decisivo en el comportamiento sexual. De hecho,
estadísticamente los hombres tienden a presentar un mayor desarrollo del núcleo preóptico medial.
La conciencia de pertenencia a
una de las categorías de género existentes parece desarrollarse precozmente y
en relación con los estereotipos sociales referentes a los papeles que han
de representar los miembros de cada sexo.
Algunos autores (Vasta, Haith y Miller, 1996 y Shaffter, 2002) refieren que
hacia los dos años de edad, los niños ya tienen conocimiento de las categorías
de género existentes en la sociedad, y que este conocimiento parece tener lugar
a la par que el niño toma conciencia de su identidad
sexual (conciencia
del propio sexo biológico). Sin embargo, no será hasta los siete años de edad
cuando esta identidad se consolide (en etapas previas los niños aún creerán
que, si bien pertenecen a uno u otro sexo, este hecho puede cambiar en función
de características o atributos externos tales como los atuendos o la longitud
del pelo). Cuando se hace referencia a la expresión de género se alude a la
exteriorización de la identidad de género de una persona. (Cfr. Ferreyra,
Marcelo, IGLHRC).
bien, buena informacion
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